Concurso de ideas para la elaboración del proyecto museológico y
museográfico para el futuro Museo de la Caña de Azúcar a desarrollar en los edificios de la antigua fábrica azucarera de la Virgen del Pilar
Año: 2002
Promotor: Ayuntamiento de Motril
Situación: Motril, Granada
Equipo:
- Antonio Cayuelas Porras, arquitecto
- Joaquín López Baldán, arquitecto
- León Arquitectos
- Manuel Martín Herreros,
arquitecto técnico
-
José Luis Muñoz Muñoz,
- Mª Amor Arroyo Sanchez,
- Mª Dolores García Segovia,
- Ornelia Mesa Rodríguez,
estudiantes de arquitectura
Diseño y Organización de Contenidos:
- GPD
La azucarera del Pilar de Motril, proyecto del arquitecto Francisco Jiménez Arévalo data de 1882; se emplazaba en las afueras de la ciudad, en el paraje de la Rambla de las Brujas, en una posición de atalaya privilegiada volcada hacia la bellísima vega baja; hasta no hace mucho era reconocible su condición de estar fuera, ahora su posición relativa se ha visto modificada y es abrazada por la expansión urbana de motril. En la actualidad permanece abandonada, descontextualizada desde la pérdida de interés del mercado, ajeno a otras consideraciones que no sean las estrictamente socioeconómicas.
La relación vega-fábrica de indiscutible fuerza es quebrada por una operación de dudoso criterio siendo objetivo que debe el proyecto buscar la incorporación del conjunto que ha sobrevivido a la vida activa de la ciudad, desempeñando ahora nuevas tareas. Paradójicamente su nuevo destino será el de exponerse a sí misma, creando un mundo de reflejos infinitos entre memoria y cuerpo; pero hoy un museo debe ser algo más que un almacén de cosas como lo definía Alejandro de la Sota, hay que pensarlo desde la condición de espacio multiusos desde el que rentabilizar su existencia y donde tengan cabida una serie de actividades que lo hagan estar vivo a lo largo del día y presente de diferentes formas más allá de su ámbito territorial.
Proponemos una fábrica nuevamente nueva, un conjunto abierto y accesible al que se le ha dado la vuelta sin que se dejen de reconocer los rasgos que lo configuraron originalmente, capaz de absorber gran cantidad de usos diferentes y responder así a distintos intereses de sus visitantes y usuarios, que se convierta en receptor de iniciativas de lo colectivo desde su flexibilidad de uso.
Se proyecta un museo de la fábrica de azúcar con un centro cívico y social asociado, y un parque-jardín sobre la vega de motril. Un conjunto, en fin, capaz de dotar a la ciudad de Motril de espacios y salas que aumenten su capacidad para la celebración de actividades culturales, apoyándose en la rentabilidad que estos usos mixtos están hoy ofreciendo estrechamente vinculados al uso turístico. Que además ofrezca la posibilidad de ser usado por asociaciones públicas y por iniciativas privadas dentro de un amplio margen de flexibilidad y versatilidad.